"Arrastrado por su vitalista esposa Evelyn a una vacaciones en San Sebastián, el patólogo Quirke pronto deja de echar de menos el lúgubre y sombrío Dublín para empezar a disfrutar del buen clima, el mar y el txakoli. Sin embargo, la calma y el hedonismo se ven perturbados cuando un accidente algo ridículo lo lleva a un hospital de la ciudad. En él se cruza con una irlandesa que le resulta extrañamente familiar: cree reconocer en ella a una infortunada joven, amiga de su hija Phoebe. si la memoria o el abuso del alcohol no le juegan una mala pasada, se trataría de April Latimer, presuntamente asesinada -aunque su cadáver jamás fue hallado- por su perturbado hermano en el transcurso de una sórdida investigación en la que el propio Qurike se vio implicado años atrás. Convencido de que no ha visto un fantasma, insiste a Phoebe para que visite el País Vasco y así salir de dudas. Lo que Quirke ignora es que la acompañará el inspector Strafford, por quien siente una aguda antipatía,y que, además, un asesino a sueldo muy peculiar emprenderá idéntico trayecto."
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